Tu Hijo, el Héroe de Guerra

Stalingrado 8 de noviembre 1942

Querida madre

No hallo manera distinta de empezar esta carta sino yendo directo al grano. La suerte de Alemania, la tuya y la mía están echadas y decididas. Temo lo peor. En el este las cosas no marchan bien, el invierno se acerca y los suministros escasean. La toma de Stalingrado es una quimera, los soviéticos han iniciado una ofensiva por el noroeste y oeste de la ciudad, donde dependemos de los italianos y rumanos. Unas sabandijas sin voluntad. En el Norte de África el octavo ejército de las fuerzas aliadas comandadas por Montgomery avanza sin que Rommel pueda hacer mayor cosa, y el desembarco aliado en Argel y Orán ha tomado por sorpresa al alto mando alemán, quienes impotentes no pueden más que lamentarse. El panorama no es nada halagüeño.

Qué será de mí madre ahora que todo está perdido, que el tiempo se agota, que las oportunidades se acaban. Que será de mí madre. Y de ti. No me malentiendas madre, no hablo de mí como ente físico, tangible, espacial; NO, me refiero a mí desde un punto de vista metafísico, a mí como depositario de un propósito más noble, más grande, más sublime que el de disparar un fusil o escapar de una muerte que hoy se antoja caprichosa. No temo mi muerte madre, a veces la ansío; no temo la prisión, temo sí morir por dentro, aunque ya poco queda de mí. Recuerdas madre, cómo inició mi vida como soldado. ¿Lo recuerdas? Lo hice para complacerte, aunque tal decisión no era contraria a mi voluntad entonces. ¿Por qué no? parecía la decisión correcta. Tú podrías tener tu héroe de guerra familiar y yo podría encontrar un destino, una finalidad, y de paso, de pronto, ser feliz. ¿Por qué no? Vaya tarea madre, tu felicidad y la mía sobre mis hombros.

La guerra pronto acabará madre y he fracasado como héroe de guerra y como buscador de felicidad. Un fracaso más madre. Dos fracasos perdón, perdón madre. No me sorprende mi fracaso, mis fracasos; a ti tampoco. Lo sabes. Desde el inicio sabía que la única manera de convertirme en héroe en esta guerra era morir en ella. Y estaba dispuesto a hacerlo, aun lo estoy. Al menos tú serías feliz, tendrías tu héroe de guerra. Te dolería mi muerte madre, claro que te dolería, pero la imagen de tu heroico hijo te consolaría, te gustaría, terminarías amándola, amándome, amándote.

No morí madre, aunque lo intenté. Lo juro madre, lo intenté. No podía suicidarme, no hay héroes suicidas, a menos que se inmolen en aras de un propósito mayor, más grande, más sublime. Mi causa, tu felicidad, sólo sería sublime para mí, ni siquiera para ti; aun así no cumpliría mi finalidad.

He pensado madre que podría hacerme pasar por un compañero muerto en combate, de esa manera tú tendrías tu héroe y yo tendría más tiempo para encontrar mi felicidad; pero qué haríamos entonces con la familia del difunto redivivo, él sería yo y yo sería él. Tu hijo habrá muerto en combate como un héroe de guerra, y aquella madre estaría feliz de saber que la guerra ha terminado sin que le notificaran la muerte de su hijo, pero dónde está su hijo. Sería yo madre, tu hijo, quien por hacerte feliz a ti y por ganar tiempo para buscar mi felicidad, sacrificaría la de una madre que tal vez no quiera un héroe de guerra, sino a su hijo de vuelta a casa.

No lo sé madre, tal vez podría ir hasta donde la madre de mi compañero y hacerme pasar por él. Tal vez el deseo de creer que su hijo ha vuelto de una guerra tan cruenta para el cuerpo y para el alma sea mayor que la idea de tener un hijo muerto, e ignore el hecho de que no soy él. Tal vez madre pueda ser mejor hijo con esa madre que lo fui contigo. Y tal vez madre, solo tal vez, pueda yo ser feliz.

Espero no tener que mandar esta carta madre. Espero mejor, morir como un héroe de guerra.

Tu hijo

Anuncio publicitario

Un comentario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s